Coronel Suarez (Pcia. de Buenos Aires-Argentina)
¿CÓMO QUE NO SE PUEDE HACER NADA?
Es la pregunta que expresa el estupor frente a cada noticia de suicidio que nos llega. ¡Algo hay que hacer! ¡No puede ser que no se pueda hacer algo! Es un martillo en la conciencia que nos golpea desde hace 14 años, y nos ha invitado a armar un grupo, a formarnos, y a intentarlo.
El pasaje, de no hacer nada a hacer algo, tranquiliza, porque se acortó una distancia, porque produce movimiento, porque se hace una diferencia… Sin embargo, en lo que hace a la prevención del suicidio, no siempre es así. Elegir la vida, caminarla, recorrerla en sus diferentes paisajes, aguantando los tirones, como se dice en el campo, se presenta muchas veces como una aventura demasiado riesgosa, que no siempre estamos dispuestos a enfrentar. Paradojalmente, la posibilidad de no vivir esa aventura, y poder seguir vivos no existe como alternativa.
Salirnos de la vida es la muerte, o la desconexión más profunda y absoluta que es otra de sus formas. Repetimos mil veces, que quien se suicida no elije morir, elije dejar de sufrir; sin embargo, no terminamos de entender que vivir supone sufrir.
¿Será que hacer algo tiene que ver con aceptar eso?
¿Será que el sufrimiento puede ser metabolizado?
¿Será que si trabajamos para aprender a tener menos miedo al sufrimiento y al dolor podremos vivir mejor?
¿De verdad no podemos hacer algo para romper el silencio, escuchar, mirar, abrazar, acompañar, tomar decisiones, pensar…?
¿De verdad no podemos decir que no, o que sí? ¿De verdad?
La pretensión de que, por este grupo, el suicidio deje de existir, es demasiado desajustada por omnipotente, pero tal vez la pretensión de trabajar duro, sin prisa, pero sin pausa, en nosotros mismos, primero, y con los demás después (y/o al mismo tiempo) sea una tarea posible.
¿Qué hacemos?
Hacemos prevención primaria, entendida como la promoción de la vida fortaleciendo sus amarres, a través de la creación de talleres, generando espacios de encuentro, de reflexión, de intercambio de información, intentando que la persona se encuentre con sus potencialidades.
(La comunicación no-violenta, la adultez, la creatividad, la curva y mitos del suicidio; fueron ejes temáticos, de muchos encuentros).
Destinado a:
Docentes, Personal de Salud, Medio de Comunicación, Bomberos y Policías, Adolescentes y Jóvenes, Población en general.
¿Para qué?
Para aprender a tomar conciencia de cómo vivimos, de lo adormecidos que estamos, de los recursos con los que contamos, de la necesidad de cuidar la vida, de la necesidad de aprender a diferenciar lo que nos sirve y lo que no.
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