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Factores Protectores y de Riesgo de la Conducta Suicida
 

Factores Protectores y de Riesgo de la Conducta Suicida

 

El suicidio no es en sí una enfermedad, ni necesariamente la manifestación de una enfermedad,

pero los trastornos mentales son un factor muy importante asociado con el suicidio.

 

Organización Mundial de la Salud
 

¿Qué factores aumentan o reducen el Riesgo de Suicidio?

 

Cuando una persona muere a causa de suicidio, lo primero que nos preguntamos es ¿por qué? Incluso es posible que arriesguemos explicaciones simplistas a esta pregunta: porque lo o la dejó el novio o la novia, porque se divorció, porque su empresa quebró, porque no pudo soportar la muerte de su esposa o de su marido, etc. La falacia de todas estas explicaciones queda en evidencia si pensamos que estas cosas les suceden a miles de personas y muy pocos de ellos realizan un intento de suicidio. La pregunta, entonces, es otra: ¿por qué algunas personas pueden atravesar las inevitables vicisitudes de sus vidas sin siquiera pensar en el suicidio y otras no? 

Todas las situaciones antes mencionadas podrían considerarse desencadenantes de la conducta suicida para algunas personas; para muchas otras son solo momentos difíciles de sus vidas. Al parecer existe cierta vulnerabilidad de algunas personas o fortaleza de otras que hace que reaccionen en forma diferente a las mismas circunstancias. La investigación epidemiológica de la conducta suicida reveló que en realidad existen ambas. 

Determinadas condiciones o circunstancias hacen que las personas sean más vulnerables, es decir, que estén bajo un mayor riesgo de incurrir en conductas suicidas. A estas condiciones o circunstancias se las denomina Factores de Riesgo de la Conducta Suicida. Por otra parte, determinadas condiciones o circunstancias hacen que las personas se encuentren mejor preparadas para enfrentar los problemas de su vida sin recurrir siquiera a pensamientos suicidas, es decir, que tengan un menor riesgo de incurrir en conductas suicidas. A estas condiciones o circunstancias se las denomina Factores Protectores de la Conducta Suicida.

Conocer los Factores de Riesgo y los Factores Protectores de la Conducta Suicida resulta útil a la hora de diseñar políticas públicas de prevención del suicidio porque nos indica a quiénes debemos cuidar más. Pero también es de vital importancia para la acción individual y comunitaria de prevención del suicidio porque nos permite actuar directamente sobre estas condiciones o circunstancias para modificarlas, y así potenciar los Factores Protectores y reducir los Factores de Riesgo. Ver Prevención Primaria de la Conducta Suicida.

Algunos autores suelen clasificar los factores de riesgo como modificables o no modificables. Sin embargo, incluso con los factores de riesgo claramente no modificables siempre se puede hacer algo. Por ejemplo, la muerte de un ser querido a causa de suicidio fue identificada como un factor de riesgo y es claramente no modificable, pero las circunstancias que acompañan esta tragedia si pueden ser modificadas. La persona en cuestión puede tener mayor o menor acompañamiento y contención por parte de su familia y la comunidad, puede recibir ayuda profesional para elaborar el trauma, puede recibir auxilio espiritual y de algún modo revincularse con el recuerdo de su ser querido, puede contar con otros espacios donde poder expresar su dolor sin miedo a ser juzgado. Una muerte por suicidio es irreversible, lo sabemos, pero la carga que deja en los sobrevivientes puede compartirse y alivianarse.

Otra aclaración importante sobre los Factores de Riesgo y los Factores Protectores de la Conducta Suicida, es que ni los primeros son condenatorios, ni los últimos son salvoconductos. La determinación de Factores Protectores y de Riesgo se basa en el estudio  de poblaciones. En base a relevamientos estadísticos se puede determinar la probabilidad o el riesgo de que una persona con determinadas circunstancias o condiciones incurra en una conducta suicida. Sin embargo, los seres humanos somos esencialmente impredecibles porque gozamos de libre albedrío. Miles de historias muestran a personas superar condiciones extremadamente adversas sin recurrir a conductas suicidas. De cualquier modo, reducir los Factores de Riesgo y promover los Factores Protectores en nuestras vidas y en las de nuestros seres queridos o contactos cercanos, sigue siendo la forma más efectiva de prevenir el suicidio.

 

Promover los Factores Protectores y Reducir los Factores de Riesgo son las mejores estrategias para Prevenir el Suicidio

Factores de Riesgo para la Conducta Suicida

 

Las listas de Factores de Riesgo pueden variar de acuerdo a las fuentes. Citaremos aquí los que habitualmente menciona la Organización Mundial de la Salud.

 

Factores Socio-Culturales:

 

- Marginalidad socio-económica: no es solo el nivel de ingreso y el acceso a los bienes sociales como la educación, la justicia o la seguridad, sino también la continua comparación que brindan los medios y las redes sociales con personas más afortunadas. Incluso en países ricos, la inequidad en el acceso a los bienes sociales causa sentimientos de frustración y resentimiento que podrían aumentar el riesgo suicida.

 

- Escasa participación en las actividades sociales y culturales de la comunidad: este factor es especialmente importante en extranjeros provenientes de países con culturas muy distintas a la del país que los recibe; pero también para las personas provenientes de pueblos originarios cuyas costumbres y tradiciones sufren la presión de los cambios culturales.

 

- Resistencia social a la determinación de la identidad de género y/o la orientación sexual: los niños y las niñas que no son aceptados en su familia, su escuela o el medio social en que se desempeñan según su género autopercibido, pueden sufrir profundos sentimientos de soledad y exclusión que, en algunos casos, podrían desembocar en pensamientos suicidas.

 

Patrones e incidentes familiares:

 

-Trastornos psiquiátricos severos en los padres: en especial aquellos que revisten una marcada expresión emocional como depresión mayor, trastorno afectivo bipolar, trastornos de la personalidad, psicopatía, etc.

 

-Abuso de sustancias o comportamientos antisociales en la familia.

 

-Suicidios o intentos de suicidio en la familia: se estima que un suicidio puede afectar a tres generaciones, incluso cuando no se lo menciona en en seno familiar. Los suicidios de otras personas cercanas o los suicidios que ocurren dentro de una comunidad educativa también deben ser considerados como factores de riesgo.

 

  • Violencia familiar o abusos sexuales en la familia.

  • Descuido o abandono por parte de los padres o encargados de la crianza.

  • Discusiones frecuentes entre los padres o clima agresivo en el hogar.

  • Divorcio, separación o muerte de los padres o cuidadores durante la infancia.

 

-Mudanzas frecuentes durante la infancia: especialmente cuando la distancia impide sostener la cotidianidad del vínculo con amigos o compañeros.

 

-Padres o cuidadores con expectativas inapropiadas: demasiado altas, que se vean inalcanzables, o demasiado bajas, que muestran desinterés, o que por falta de tiempo, interés o habilidad social no atienden los problemas emocionales de sus hijos o menores a cargo.

 

Rasgos cognitivos o de personalidad:

 

Si bien la evidencia aún es escasa, algunos rasgos cognitivos o de personalidad se asocian con un mayor riesgo de incurrir en conductas suicidas. Los más mencionados son: ánimo inestable, irritabilidad, agresividad, impulsividad, rigidez de pensamiento, falta de habilidad para la búsqueda de soluciones, fantasías de grandeza, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, dificultad para relacionarse, incertidumbre en relación a la orientación sexual o la identidad de género.

 

Trastornos psiquiátricos:

 

Los trastornos psiquiátricos que con más frecuencia se mencionan como factores de riesgo son: depresión, trastorno afectivo bipolar, trastornos de la personalidad, trastornos de ansiedad, abuso de alcohol o drogas, trastornos alimentarios, trastornos psicóticos, intentos previos de suicidio. 

 

Factores Protectores de la Conducta Suicida

 

Los Factores Protectores que a menudo menciona la Organización Mundial de la Salud son:

 

Patrones Familiares:

 

Una familia contenedora que brinde afecto, apoyo y relaciones armónicas es, sin duda, el principal factor que provee protección contra la conducta suicida.

Rasgos cognitivos y de personalidad:

 

Los rasgos que se relacionan con un menor riesgo de incurrir en conductas suicidas son: habilidad para relacionarse con las personas, confianza en sí mismo y en las propias capacidades, habilidad para pedir ayuda o consejos, receptividad hacia las soluciones o ideas aportadas por otras personas, mentalidad flexible y abierta a incorporar nuevas ideas o a replantear las anteriores.

 

Factores Socioculturales:

 

  • Participación en grupos y actividades sociales, deportivas o culturales.

  • Buenas relaciones con amigos, compañeros y otros miembros de la comunidad.

  • Modelos o referentes sólidos a quienes seguir o emular.

 

Ver también:

 

Prevención Primaria de la Conducta Suicida.

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escenarios saludables

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