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  • Foto del escritorautor anónimo

Día Internacional de lucha contra el Bullying o Acoso Escolar 2-5-2022


Nota del Editor


La adolescencia y la primera juventud son las etapas de la vida con mayores índices de suicidio y el bullying o acoso escolar es señalado por la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones como uno de los principales factores de riesgo. Solo en Argentina mueren anualmente más de 1500 adolescentes o jóvenes entre 15 y 34 años, también los suicidios de niños y niñas entre 5 y 14 años son cada vez más frecuentes. Muchos de los niños, jóvenes o adolescentes con pensamientos suicidas manifiestan haber sido víctimas de bullying o acoso escolar. Para detener esta verdadera pandemia que está matando a nuestros chicos y chicas debemos detener el bullying. Sin embargo, hacerlo no es tan fácil como podría parecer. Quienes acosan son hábiles ocultando sus acciones y la expansión de las redes sociales les dio un arma ideal para acosar sin ser detectados. Los acosados tampoco suelen denunciar por temor a mayores represalias. No se puede frenar el bullying solo con mayores sanciones. Para detenerlo debemos apuntar a las raíces culturales del problema. Dejar de pensar en términos de acosadores y acosados: todos los chicos y chicas son víctimas de una pobre educación en valores que los obliga a escoger un bando para no sentirse excluidos.


Los responsables de frenar el bullying somos los adultos, tanto desde las familias como desde las instituciones educativas. Debemos educar con los valores correctos, enseñar a interpretar y considerar las emociones ajenas y a priorizar la inclusión de todos. Solo desde el amor se puede enseñar el amor, pero para eso es necesario un profundo cambio cultural en esta sociedad más enfocada en la búsqueda del éxito individual: una verdadera toma de conciencia de los daños que valores equivocados producen en nuestros chicos y chicas. Por este motivo, desde el año 2011 y por la iniciativa de asociaciones de padres y otras ONGs cada 2 de mayo se conmemora el Día Internacional de Lucha contra el Bullying o Acoso Escolar. Desde Escenarios Saludables lo recordamos publicando una historia anónima que muestra los profundos daños psicológicos que produce el bullying pero también que se pueden superar.


 

La historia anónima


Creo que estuve la mayor parte de mi vida triste, deprimido y ansioso por algún motivo. Cuando era chico, la pasé muy mal en la escuela. No tenía buenos amigos. Esto hizo que me alejara del mundo y me dejara consumir por un pesimismo inevitable. Tenía algunos problemas en casa. Estaba triste por sentirme tan solo y por no poder pedir ayuda... Entonces, un día, agarré unas pastillas y me las tomé. Tenía 14 años cuando hice eso.


Desde entonces empecé a tener ayuda terapéutica. Fue difícil enfrentarme a las cosas. Tuve que dejar la escuela y continuarla desde casa. Cuando iba a volver apareció la pandemia.


Los problemas que me llevaron al aislamiento y al pesimismo fueron el bullying que sufrí en la escuela, la inestabilidad en las relaciones con mis amistades o con las personas a las que llamaba "amigos" y, bueno, también los problemas en casa, las peleas entre mis papás llevaron a que explotara.


Me costó muchísimo ver las cosas de otro modo, años en tratamiento y aún así a veces sigue siendo difícil ¡Pero vale la pena! Tengo ayuda de mi psicóloga y de mi psiquiatra. Tomo medicación desde que empecé el tratamiento y eso también ayudó mucho. En sí, tuve ayuda terapéutica, gracias a mis papás que me escucharon.


Perdí muchas veces, pero nació algo en mí que nunca pude haber imaginado: la esperanza. La esperanza de que todo mejorara, de que algo me motivara a seguir vivo y a encontrar una pequeña razón para sentirme contento, poder sentir el sol en mi cara, poder agradecer las pequeñas cosas cuando antes no podía agradecer nada... entenderme, perdonarme y perdonar a los demás por el pasado... Todo eso significa vivir para mí, todo eso y más.


Ahora tengo 18, empecé a los 14 con esto! Estoy muy interesado en ayudar a los demás a superar sus obstáculos y encontrar esperanza a través del arte. Me gusta mucho escribir, por cierto, cuando estaba muy mal escribir me salvó la vida. Por eso me parece que comunicar nuestras necesidades es muy importante. También me gustaría, en algún momento, estudiar psicología y, tal vez, expresarme a través de la música. Estoy interesado en muchas cosas.


Sé que no es fácil... Sé que todos pasamos por cosas duras, cosas que nos dejan tirados en la cama y sin ganas de volver a intentar. Pero es posible, créanme que es posible y que siempre se puede vivir y, sobre todo, ¡que vale la pena!. Vale la pena volverlo a intentar para poder disfrutar de la luz del día.


Sé que ahora tal vez no lo entiendan, sé lo que es estar ahí, en ese pozo sin salida... Pero también sé lo que es salir y sentir, después de mucho tiempo, la calidez del amor nuevamente.


No se rindan, no dejen de luchar. Si están cansados tómense un tiempo para ustedes mismos, intenten comprenderse y tener compasión por sus experiencias... Dense todo el amor que puedan y, por favor, pidan ayuda si no pueden solos. Recuerden que a pesar de todo el dolor y de toda la miseria... siempre se vuelve a sonreír. Les prometo que mejorará, les prometo que es temporal y que todo pasa; sólo tienen que respirar en medio de la tormenta y pintarla de nuevos colores. Intenten darse esperanza, por más mínima que sea, la esperanza nos salva a todos y nos hace recordar que merecemos ser amados.


Les mando muchísimo cariño, muchísima fuerza y agradezco la oportunidad que tengo para brindarles este mensaje. Siento orgullo por ustedes, por seguir acá intentando mejorar y por intentar como intentan todos los días. Muchas gracias por brindarme el espacio para expresarme e interesarse por las experiencias por las que pasé. ¡Gracias!


 

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