top of page
  • Foto del escritorAlberto Fernández

Romper el tabú para prevenir el suicidio


Cataluña presentó un nuevo plan de Prevención del Suicidio cuya principal estrategia es romper el tabú que pesa sobre el tema del Suicidio. Ver informe en el diario El País de Madrid.


El suicidio es un importante problema de salud mental también en Cataluña donde, como en otros lugares, se encuentra entre las principales causas de muerte violenta. Las autoridades de Salud Pública de esa región de España hace años que están luchando contra este flagelo aplicando estrategias innovadoras. El pasado mes de septiembre presentaron un plan integral basado en romper el tabú que pesa sobre el suicidio.


La evidencia que fundamenta esta estrategia es abrumadora: El 70% de las personas que cometieron intentos de suicidio en Cataluña consultaron a los servicios de salud en los meses o días previos sin mencionar sus intenciones suicidas. Las autoridades de Salud Pública catalanas creen que si estas personas hubieran podido contar lo que les estaba pasando o lo que estaban sintiendo, podrían haber recibido la asistencia adecuada y muchos intentos de suicidio o muertes a causa de suicidio se podrían haber evitado.

Lamentablemente, hablar libremente sobre nuestros pensamientos suicidas sigue siendo una asignatura pendiente, no solo en Cataluña sino en todo el mundo. Debido a esto, miles de personas mueren cada día sin tener ni siquiera la oportunidad de pedir ayuda.


Sabemos, sin embargo, que esta situación puede cambiar. El tabú que pesa sobre el tema del suicidio parece infranqueable, pero no debemos olvidar que las pautas culturales cambian. Así como pudimos derribar otros tabús muy instalados también podremos con este. Hace solo unas pocas décadas no se podía hablar de cáncer, hoy no solo hablamos sino que muchísimas personas salvan sus vidas gracias al diagnóstico precoz; tampoco se podía hablar de violencia de género, hoy quienes la sufren saben que no son culpables sino víctimas y pueden denunciar a sus agresores; la homosexualidad era mala palabra, hoy gais y lesbianas pueden hablar en muchos ámbitos de sus preferencias sexuales sin ser discriminados. Es mucho lo que falta también en estos temas, pero los grandes progresos conseguidos hasta ahora son prueba de que las pautas culturales que nos limitan pueden revisarse. Con el tema del suicidio también podemos hacerlo.


Para combatir el tabú que pesa sobre el tema del suicidio será necesario derribar al menos tres barreras:

  1. La vergüenza: Los problemas emocionales o de salud mental deben dejar de ser vergonzantes. Todos tenemos emociones por lo que todos podemos tener problemas con nuestras emociones. Como comunidad debemos construir un ambiente hospitalario donde todo aquel que tenga un problema grande o pequeño pueda contar lo que le pasa sin temor o vergüenza. Frases como “los hombres no lloran”, “ya se te va a pasar” o “no seas tonto que no es nada” inducen a las personas a ocultar su emocionalidad. Debemos reemplazarlas por una actitud de escucha más abierta, que valore el sentimiento del otro.

  2. El miedo a involucrarnos: Vivimos en comunidad para asistirnos unos a otros. Para eso se formaron los primeros grupos humanos y por eso seguimos juntos. Sin embargo, el creciente individualismo hace que cada vez brindemos menos de nuestra hospitalidad a quien la necesita. No hablamos de grandes gestos, tan solo de acercarnos al otro y preguntar: “¿Qué te está pasando? Muchas veces no es mezquindad sino miedo de enfrentarnos a situaciones para las que creemos no estar preparados. Esto pasa especialmente con el tema del suicidio. Por eso preferimos pensar que no ocurre o que otro debería ocuparse. Esto les pasa incluso a los profesionales de la salud mental. Sin embargo, asistir al que sufre es una capacidad natural. Todos podemos hacerlo. No se nos piden soluciones mágicas, tan solo escuchar, decir “te entiendo” y ofrecer un abrazo. Esos gestos simples son de un enorme valor para alguien con pensamientos suicidas. Debemos superar nuestros miedos y estar dispuestos para el otro.

  3. El falso pudor: Increíblemente, muchas personas siguen creyendo que no hablar sobre el suicidio es una forma de cuidar al otro. Por ese motivo no se educa para la prevención del suicidio, como sí se lo hace en seguridad vial; se menciona muy poco el tema en los medios de comunicación en comparación con otros problemas que afectan a menos personas; y casi no hay campañas públicas de prevención del suicidio a pesar de ser una de las principales causas de muerte. Hablar sobre el suicidio responsablemente no induce al acto. Si queremos que las personas que sufren pensamientos suicidas y quienes se encuentran en situación de poder ayudarlas se animen a hablar del suicidio, debemos animarnos todos y hacer del suicidio un tema permitido.

En Escenarios Saludables aprendimos sobre el terreno la importancia de derribar el tabú para una Prevención del Suicidio Comunitaria. Ver: La experiencia de Monte Quemado.


Desde entonces hacemos difusión comunitaria para que cada vez se hable del tema del suicidio con más libertad y así más personas con pensamientos suicidas tengan la oportunidad de acceder a los recursos asistenciales que necesitan.


Ese es también el sentido de este blog y de nuestro sitio web, donde “suicidio” no es mala palabra. Por eso aplaudimos esta iniciativa de las autoridades de Salud Pública catalanas y esperamos que seamos cada más los que nos sumemos a esta propuesta de derribar el tabú haciendo que la prevención del suicidio sea accesible para todos.


Ver también:


Cómo hablar sobre el tema del suicidio


Qué NO decir al hablar sobre suicidio


bottom of page