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  • Foto del escritorEscenarios Saludables

Encerrada en mi habitación.

Autora Anónima

Allá por el año 2016, una discusión con mi hermano por una pavada, fue el detonante para ponerme mal, irritarme y sacarme de quicio; la discusión empezó a subir de tono y termine con una crisis de llanto, angustia. Porque los que tenemos esta enfermedad (trastorno bipolar) todo lo llevamos al extremo y lo exageramos.


A todo esto, me desbordé y pensé en quitarme la vida; me encerré en mi habitación con llaves y amenazaba a mi familia con que me iba a matar y que ya no quería vivir más. Sentía que no encontraba mi lugar en el mundo, que todo estaba complotado en mi contra. Mi familia preocupada me pedía que abriera la puerta.


En ese momento tenía una pareja que duro 6 años la cual muchas veces me veía como que estaba loca y no entendía mis actitudes y reacciones; hasta que se cansó… me tenía mucho cariño, pero era agotador estar conmigo. Es el día de hoy que nunca se enteró de mi diagnóstico.


La persona que me banco todas y que se quedó a mi lado es mi pareja actual. Él, cuando me ve tirada en la cama, me busca la vuelta para hacerme sentir mejor o cuando estoy allá arriba trata de no buscarme discusión o me hace bajar mis revoluciones.


No es fácil encontrar personas que sepan acompañar y entender. Porque muchos no consideran que los padecimientos mentales sean realmente una enfermedad; pero se sufre tanto y más que cualquier otra. Piensan que somos normales porque como a simple vista no se ve, creen que estamos bien. Pero el dolor y el sufrimiento se lleva por dentro.


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